Mi primera gestión hipotecaria
Ahora te voy a contar la historia de la primera vez que accedí al sistema financiero para solicitar el préstamo hipotecario para la compra de mi vivienda.
Ese día era perfecto. Fue maravilloso cuando por fin, el analista de crédito me llamó para darme la noticia de que el crédito había sido aprobado en el comité de la mañana. Después de todo el calvario por el que había pasado. Muchas visitas al banco, papeles y papeles y un tiempo de espera infinito. Incertidumbre siempre. Varios meses viviendo en vilo.
En ese momento me sentí realizado y ya me imaginaba disfrutando con mi familia de la comodidad de nuestro apartamento. No era muy grande, pero en fin, era nuestro, dándonos la independencia que necesitamos como familia. Tenía mucha luz natural y muy cerca de la residencia, habían comercios que se hacían presente con el olor característico de la panadería y la pastelería. Ya me veía saboreando un humeante café. Ese día bajó la presión y el estrés desapareció al contemplar que había logrado mi gran sueño: tener mi propia casa. Incluso se me habían olvidado todos los problemas que se presentaron en el proceso de la gestión del crédito y sólo tenía en mente la firma la operación en el registro.
Al final, lo logré, pero después de muchas vicisitudes y de ir y venir al banco con una nueva solicitud de papeles, que si ahora tenía que traer las referencias bancarias, las comerciales, las personales, el perito, los documentos del trabajo, el estado civil que no coincidía con la cédula, etc., etc.
Para dar este paso, muchas veces lo pensamos, aunque siempre sacamos fuerza, motivados por el logro.
Este proceso lo viví cuatro veces más. La familia crece o uno siempre aspira mejorar.
Con el pasar del tiempo, y por cosas del destino surgió la idea de que hacía falta un servicio donde asesoráramos a las familias para obtener los recursos para la compra de su vivienda, haciendo más llevadero este proceso y menos traumático.